Científicos de la Escuela Médica de Harvard y del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han desarrollado un
dispositivo portátil que, acoplado a un teléfono móvil inteligente, detecta las
proteínas producidas por las células cancerígenas, proporcionando un método
rápido para diagnosticar y monitorizar la evolución de un posible tumor en
enfermos de cáncer. A diferencia de los análisis mediante biopsias, que tardan
varios días, el nuevo detector ofrece su diagnóstico en menos de una hora. Por
si fuera poco, tiene un porcentaje de aciertos del 96%, una cifra más alta que
con las técnicas usadas hasta ahora (84%), según afirman sus creadores en la
revista Science Translational Medicine.
El detector es un aparato de resonancia magnética nuclear en
miniatura que emplea nanopartículas magnéticas como sensores para medir los
compuestos químicos de las células. La nueva herramienta evita las molestas, y
a veces dolorosas, biopsias, ya que el volumen de tejido que necesita es tan
pequeño que se puede obtener con una finísima aguja de 0,7 milímetros de
diámetro. La muestra se coloca en una sonda del tamaño de un pulgar que
contiene los chips que procesan los datos y se comunican con el teléfono móvil.
Puesto que apenas existe tiempo de espera, también se reduce la ansiedad del
paciente ante el diagnóstico.
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