Los informes de la National Security Agency (NSA), las
disculpas de Facebook por excesivos usos de su base de datos y las denuncias de
espionaje del consultor estadounidense, Edward Snowden, son factores que han
contribuido a incrementar la paranoia sobre la privacidad en la época de las
tecnologías de información.
Por esta razón, el criptógrafo Phil Zimmermann y su equipo,
crearon el Blackphone: un teléfono de altos estándares de seguridad.
Toda información proveniente de estos smartphones llega a
los servidores de la compañía. Allí es encriptada y enviada al destinatario
final, y sólo entonces los datos originales son desencriptados, de manera que
no hay riesgo de filtraciones.
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